
Viajar por el altiplano de la sabana de Bogotá en una mañana de verano, donde la niebla es más densa y los verdes saludando a los alrededores del camino se muestran húmedos, amables y frescos, es el escape del trajinar diario en la ciudad que nos propone el pintor Abraham Castiblanco Blanco, quien convencido de la necesidad de crear una conciencia ambiental a través de su arte nos comparte, por medio de su obra, el amor y el respeto a la naturaleza y su magnificencia.
Cada pincelada, cada matiz, invita al recuerdo de momentos que alguna vez todos guardamos en nuestra memoria fotográfica cuando viajamos con nuestra familia y que el devenir de la vida nos arrebata sin consideración, instantes significativos, como el campesino arando la tierra, alertándonos frente al abandono del campo por la violencia; pueblos y veredas enmarcados entre montañas donde el olor a leña y las ollas lavadas en hollín, nos transportan a una Colombia de siglos pasados, pero que, como lugares aguerridos aún se abren espacio en el nuevo siglo queriendo hacer presencia de su existencia.
Este pintor, este maestro, teniendo en cuenta que la palabra como tal nos denota, no solo quien transmite un conocer, sino el que nos lleva más allá a entenderlo por medio de nuestro sentir, ha obtenido en el año 2005 el primer puesto en el Octavo Salón de Artistas en Funza Cundinamarca y en el 2008 el primer lugar en Pintura a la Karrera – Usaquén ayer hoy y siempre – Bogotá .
Su sensibilidad, amabilidad y sencillez se transmiten en sus obras y se materializan con su presencia en donde su arte se expone. No lo deja solo, pues es su forma de comunicar la angustia frente a la indiferencia del mundo ante el deterioro de la naturaleza promovida por la mano misma del hombre.
Si buscan escapar y lograr viajar por el altiplano cundiboyacense, estando aún inmersos en el concreto de la ciudad de Bogotá, Abraham Castiblanco Blanco los estará esperando en la Sala de Exposiciones de la Fundación Universitaria Los Libertadores, sede Santander Cra 15 No 63B-34 de lunes a viernes de 10:00am a 12:00m y de 4:00pm a 7:00 pm hasta el próximo 7 de septiembre.
Asistiendo a esta cita el pintor y maestro manifestó: " La obra ‘La magia del altiplano’ es la recopilación de una serie de motivos que nos brinda la naturaleza que aún se puede apreciar a lo largo de esta colorida y alegre meseta cundiboyacense. Dentro de cada obra hay un mensaje dirigido al espectador con el fin de que se sensibilice, se motive y reaccione ante la crudeza con que estamos trabajando nuestro medio ambiente; el modernismo a la par con el urbanismo estan mutilando nuestra sabana, convirtiendo las parcelas y jardines en grises cubos de hierro y cemento. Conservar, cuidar y proteger para mirar, apreciar y deleitar los sentidos, es mi propuesta."
Sus obras están listas para ocupar un puesto en algún lugar especial de sus casas, donde el acceso sea inmediato cuando el desasosiego de la rutina le pida salir a un encuentro con la naturaleza y recordar nuestra mutua necesidad para sobrevivir en una sana convivencia.
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